Hace unos meses me pidieron participar en el V
Encuentro de Orientadores de la Universidad
Europea Miguel de Cervantes con una charla sobre la motivación en el aula a
través de las TIC. Preparándola me tome un tiempo para observar lo que otros
hacían, lo que pasaba en mi aula, lo que se dice y lo que se cuenta…
La falta de motivación del alumnado es una queja constante de
muchos compañeros. ¡Qué distinto sería todo si los alumnos entrasen en el aula
con ganas de aprender ¿verdad?! Mucho se ha escrito sobre el desencuentro entre
aprendizaje e interés, muchas recetas … (“lo que tienes que hacer….” “debes
cambiar la forma de…”) que a veces nos ponen nerviosos porque sentimos que
cuestionan nuestra forma de trabajar y otras nos llevan al desencanto porque nos
agarramos a ellas, medimos los ingredientes, ajustamos el tiempo de cocción y
el punto de sal pero el bizcocho no sabe bien. Entonces llegan las TIC y se
convierten para muchos en una varita mágica que hará posible lo que todos
anhelamos: alumnos atentos, interesados, disfrutando de su aprendizaje. Nos lo
cuentan unos, lo intentan algunos, pero lo consiguen pocos. ¿Motivan las
TIC?
De lo que observo y de lo que conozco es de lo único que puedo
hablar y pienso que el problema está en que nos centramos “despertar” al alumno
cuando muchas veces somos nosotros los que estamos dormidos. Queremos conseguir
en otros lo que nosotros hemos perdido. Queremos motivar estando nosotros
desmotivados y ahí radica buena parte del problema. No quiero que se entienda
esto como una acusación más ni intento dar ninguna receta nueva, probablemente
se junten muchas cosas y muchos sentimientos: entornos poco favorables, poco
reconocimiento social, zancadillas a nuestra labor diaria… ¿Hay alguien ahí
pensando en qué hacer para recuperar la motivación de los profesores? porque si
nadie mira por nosotros tendremos que querernos un poco y cuidarnos unos a otros
para que (con TIC y/o sin TIC) no nos olvidemos de sentir cada día de trabajo
como una oportunidad para conectar con nuestros alumnos, aprender con ellos y
disfrutar de ese tiempo dentro del aula que es sólo nuestro (de alumnos y
profesores). Son tiempos difíciles para la educación, nos pueden recortar muchas
cosas… que no nos ganen… que no consigan recortarnos la pasión.
Después de esta reflexión (o desahogo que también lo es)
aprovecho para compartir con vosotros la presentación que utilicé en la citada
charla:
Gracias por tus trabajos y por tu claridad.
ResponderEliminarNecesitamos gente como tú!!!!!!!!!
Clara