10 dic 2010

Mi libreta roja: Clases particulares

Las últimas semanas he tenido varias conversaciones (en las primeras entrevistas con los padres de mi tutoría) en las que ha aflorado un problema que por otra parte no es nuevo, desde que soy tutora se repite con frecuencia y hace tiempo que lo tengo pendiente en mi libreta roja: las clases particulares.
Si, me he referido a ellas como un problema, y es posible que me gane enemigos con lo que voy a decir. Yo también comencé hace muchos años dando clases particulares y me gustaría que quedase claro mi respeto al trabajo de los que las imparten, la profesionalidad o la preparación de los mismos no es el problema.
clases-particulares
El problema es lo que supone para muchos alumnos (al menos en ESO y Bachillerato) asistir a dichas clases, se repite muchas (¡muchas!) veces la misma situación:
  • El niño/a no va bien en una asignatura.
  • Los padres le mandan a clases particulares.
  • El niño/a empieza a dejar de atender en clase porque “ya se lo explicarán mejor en clases particulares”
  • El profesor explica en clase muchas cosas que no vienen en el libro (formas de trabajar el tema, procedimientos, maneras de presentar… ), que forman parte de su metodología, que quiere que sean tenidas en cuenta y en las que insiste para que “no se olviden”.
  • El alumno prepara en clases particulares los contenidos del libro, realiza todos los ejercicios… eso sí, siempre con bastón: con una mirada que le dice “¡no, eso no ¿no te acuerdas?”! ¡A ver.. repasa bien esto! ¿estás seguro?, y el niño apoyado se lo sabe todo y lo hace todo.
  • El profesor pone un examen en el que quiere que se tenga en cuenta lo que se ha dicho en clase (¿si no para qué sirvo yo? ¡os dejo el libro y ya está!)
  • El niño/a intenta contestar lo que ha aprendido (¡el libro!) en las clases particulares y además ¡sin bastón!
  • El niño/a suspende el examen.
  • Los padres hablan con el profesor particular que les asegura que el niño/a se lo sabía todo . ¡Es imposible que lo haya hecho mal! ¡Se lo pregunté todo, lo repasamos todo!
  • Los padres vienen al colegio convencidos de que se está cometiendo una injusticia con su hijo/a.
  • Los padres en muchos casos no quieren cita con el profesor de la asignatura para ver el examen porque “a ver si encima le va a coger más manía al niño”
  • Insisto en que si no ven lo que ha hecho  su hijo no pueden hablar de injusticia. Insisto en que venga el profesor particular si hace falta. ¡Ni pensarlo! ¡Encima va a pensar el profesor que queremos examinarle! ¡Lo que le faltaba a nuestro hijo/a!
Resumiendo (les digo a los padres): el que dice que el niño está preparado es el profesor particular, el niño al que atiende es al profesor particular, los padres en quien confían es en  el profesor particular, los padres no entienden que lo que pasa a diario en clase es importante para la evaluación que el profesor de la asignatura hace del aprendizaje de  su hijo/a, los padres a quien pagan es al profesor particular, los padres con lo que pagan esperan resultados que no consiguen, el profesor de la asignatura le tiene manía a su hijo. Y yo sólo veo una solución, o que se queden con el profesor particular o que prueben a dejar a su hijo sólo con lo que le ofrecen en el colegio, que asista  a los refuerzos que en muchos casos se dan sin que tengan que pagar nada (¡eso si que no, porque a eso van los que “no pueden”)  y que demuestre atención y esfuerzo en las horas de clase a ver que pasa…
  • En la próxima entrevista volveremos a hablar de lo mismo porque el niño seguirá en clases particulares.
Y que quede claro que  estoy pensando en profesores del colegio que se preparan sus clases, que prescinden de las cadenas del  libro de texto, que ofrecen clases extra de forma voluntaria, a los que les importa más el día a día y la motivación del alumno que el resultado de un examen… sería muy fácil cuestionar lo antes dicho si hablásemos de un mal profesor.
videojuegos300
Y si además tenemos en cuenta que soy de las que abogo por un cambio metodológico y que pienso que toda la ayuda es buena ¿es que a nadie se le ha ocurrido pensar en otro tipo de clases particulares?, (me consta que algunas no son así, pero son las menos), en las que se refuerce su iniciativa, su forma de aprender, en las que se les enfrente a “apañárselas solos”, a ser autónomos, en las que “no se hagan los deberes” sino que se fomente el gusto por la materia y se den herramientas para entenderla mejor. De esta forma el niño/a  entraría con una nueva actitud en el aula, haciendo comentarios sobre sus “descubrimientos”, planteando cuestiones que le surgen del interés despertado…
Pero claro, esta sería una ayuda para niños cuyo problema es  que no han encontrado el gusto por la historia o por las matemáticas (y por eso no atienden, y por eso desconectan y por eso no les va bien) no para los para los padres que no tienen tiempo para atender el problema y pagan a alguien para que se lo solucione.
Me estoy acordando del video “Lo que aprendió Mateo con los videojuegos” (que nos puso Piscitelli en el EBE10 y que tengo insertado en el post correspondiente). ¿Que pasaría si alguien organizase clases particulares para que los niños aprendan, se motiven y se ilusionen jugando? ¿Quién se atreve a probarlo?

18 comentarios:

  1. yo quiero!!, me encantaría alguien que pudiera hacer eso último que has dicho: clases particulares para que los niños/adolescentes aprendan, se motiven y se ilusionen jugando. Alguien que les enseñe a organizarse, a ver la diferencia entre la organización y la desorganización, que aunque esto último deberiamos hacerlo los padres...a nosotros (somos los últimos monos)no nos hacen caso a partir de una edad...tienen que decírselo otras personas para que digan...ah, pues puede funcionar...

    ResponderEliminar
  2. Pues justamente estaba yo en el dilema este...acaba de suspender lengua 2Eso incluso yendo a la academia...así que pensé: lo mismo es que lo que le hace falta es un profe particular..pero viendo tu post, creo que tienes razón...quizás lo que tendría que hacer sería ir a clases de refuerzo en el colegio..aunque no sé si en ESO tendrán ese tipo de clases.Gracias por el blog y por el post. Esta fenómeno

    ResponderEliminar
  3. Cuánta razón tienes! Estoy de acuerdo en todos los argumentos que expones. Tengo una amiga que da clases particulares a un niño de 6 años. No es alucinante? Encima ahora le han pedido que le de repaso también de las clases de catecismo. Los padres se lavan las manos. No me digas que los padres no son capaces de ayudarle a su hijo a hacer los deberes a esos niveles...

    ResponderEliminar
  4. hola Carmen, pues creo que tienes razón. Yo soy profe de mates de ESO y Bachillerato y también tengo que ver como algunos sectores del alumnado desconectan en clase porque "ya se lo explicaran en la academia de repaso".

    Y no veas como duele, porque cuando se es profe de los que te implicas te sientes "extraño" al ver que siempre esperan a la segunda oportunidad de la clase de repaso.

    Siempre les digo. Hombre, aprovecha mi clase, para qué estoy yo. Pero imagino que les da vergüenza el preguntar...

    ResponderEliminar
  5. Gran reflexión y gran tema.

    Las clases particulares consiguen el último empujón para embutir contenidos, porque es lo que se les va a pedir en las escuelas. He sido profesora particular muchos años y me he dedicado a enseñar a aprender, a dar técnicas de estudio, y lo peor es que los mismos alumnos te piden que les ayudes a memorizar los contenidos, no nos vayamos a ir por las ramas porque en clase eso no me lo van a pedir: no me pedirán que sea crítico ni autosuficiente, sino que reproduzca "exactamente esto". Ellos quieren tener tiempo para jugar, para salir con los amigos: ¡¡no quieren más clases!!

    Somos los profesores de las enseñanzas regladas y no los de las clases particulares quienes tenemos la sartén por el mango, quienes iniciamos este ciclo. Si buscamos a nuestros alumnos, si les pedimos que sean auténticos, que digan lo que piensan, que sean críticos, les encontraremos. Desde luego el aprendizaje basado en proyectos acaba con este ciclo, en el que no cabe aprender para bomitar. Somos nosotros los que reproducimos los modelos deductivos tradicionales en los que se empieza con la teoría para ver el ejemplo si da tiempo ("porque así me lo enseñaron a mi") y nos ceñimos a un currículo lleno de contenidos sin fijarnos en cómo enseñamos, en qué estamos pidiendo, qué competencias aprenderán nuestros alumnos con lo que hacen en el aula ...somos nosotros quienes generamos esta situación, que nos salpica de vuelta (como es de justicia).

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. De eso nos salvamos los de biología.
    Me imagino lo que dirían los padres: Eso se lo explico yo, que lo he visto en un documental. No me voy a gastar una pasta para que le expliquen eso.

    A parte de la broma, el fenómeno que describes es común, alumnos que confían en la clase particular para cubrir sus déficit de atención. Y padres que piensan que es mejor ir pagando. ¿Qué escusa se inventarán en los colegios privados no concertados?

    ResponderEliminar
  7. A mí me parece que si un niño, una niña, que no tiene problemas fuera de lo común del, por ejemplo, no entender las matemáticas, que es un mal generalizado desde hace dos mil años que nací yo; que está en un colegio donde además le prestan atención individualizada (clase particular) fuera de horas; donde el profe se mata por repetir una y otra vez lo que aún no alcanzan a entender, o lo explica de otra forma, o les lleva a la NASA para que lo vean in situ... y les sube en el cohete para que lo experimenten, y que además trabaja por proyectos saliéndose no sólo del libro, sino del mapa... yo no entiendo que ese niño, esas niña, no alcancen a hacer un examen bien. ¿Qué tiene el examen?

    Las clases particulares son un mal menor y necesario en muchos casos en los que nuestro alumnado sufre clases de cosas, te suelto cómo se hace una matriz y el resto ya eres mayor para buscarte la vida. Seamos honest-s, la mayoría del profesorado cumple con lo menos que se despacha y la mayoría del alumnado que sale adelante hubiera salido casi solo del sistema educativo (tengo experiencia suma, no hablo de oídas)

    Hay muy buenos profes particulares que sacan adelante a criaturitas que no más que quieren eso, salir adelante y seguir con sus vidas y no ser ni Lázaro Carreter ni Einstein. Sólo quieren culturilla general y buscarse la vida. Y para eso, hay buenos profesionales que van de casa en casa ayudando. Yo no he vivido de cerca esta otra versión que cuenta Carmen.

    Familias que mean fuera de tiesto sí que he visto, padezco y me aterran cada día. Pero ahí sí que no podemos hacer nada.

    En cualquier caso, y una vez más, profe titular, profe particular, papá y mamá, metidos en un bucle donde al final los únicos que acaban jodidos son los niños y las niñas.

    Qué faltita nos hace volver a la tierra, asentar los pies, echar raíces y dejar de sobrevolar el mundo, porque la hostia va a ser monumental.

    ResponderEliminar
  8. Estoy totalmente de acuerdo con los expones y puedo decir que lo vivo habitualmente. A mí me parece un poco triste un profesor particular para un niño de 6 años como comentaba algo. No es más que la prolongación de la dejadez suprema de los padres. Y aún cuando son mayores, coincido con lo que explicas. Niños que no atienden porque saben que lo van a explicar después, deberes que vienen hechos por los profesores particulares y toda la pesca.

    ResponderEliminar
  9. Ay, qué tema más complejo.
    A simple vista estoy de acuerdo contigo, pero si profundizamos un poco más hay otros flecos que se deben tener en cuenta.
    Soy profesora de instituto y actualmente me quejo de lo mismo que tú, pero recién licenciada estuve varios años dando clases particulares, y tengo que decir que en muchos casos lo que hacían los padres era "soltarme" a sus hijos una o dos horas a la semana para que hicieran en las particulares los deberes que les habían mandado en el colegio.
    Los padres no querían que yo enseñara a estudiar a sus niños, los padres querían ver cómo sus hijos volvían a casa con los ejercicios hechos y el cuaderno bien lleno de letras y así lavarse la conciencia (ah, mi hijo va a particulares, con eso ya no hace falta que estudie en casa).

    ResponderEliminar
  10. Yo voy a hacer un comentario a este post muy breve: estoy absolutamente en contra de la propia existencia de clases particulares, y de las academias. Me parece el asentamiento y aceptación del fracaso del sistema. Me parece terrible cuando ciertas profesoras del IES de mis hijxs aconsejan a las familias que lleven a lxs suyxs a clases de apoyo, y además proporcionan un teléfono concreto. Y me parece peor aún pasar por la experiencia de "dar clases particulares" y observar que la mayor parte de las veces, el alumnado necesita "terapia", "apoyo moral" y "pequeños consejos"...

    Este tema me produce una enorme tristeza... y creo que las familias necesitan saber mucho más de lo que saben acerca de lo que son sus derechos irrenunciables, acerca de sus obligaciones (sobre todo, de las que no tienen y toman por propias) y lo que son expectativas ajustadas. Jose Luis Castillo @jlcastilloch sabe muy bien de lo que habla cuando quiere a las familias cerca, cerca... y bien inmersas en el proceso educativo de sus hijas e hijos.

    Un beso fuerte, Carmen, y mucho ánimo en tu tarea...

    ResponderEliminar
  11. Hola Carmen, encantada de leer en tu post una historia que como profe de matemáticas es el pan de cada día en mis clases. Tengo alumno/as a los que no ayudo a aprender porque no me escuchan, van a particulares y con una vez que les suelten el rollo !vale!.Lo que ocurre es que no es el mismo rollo, yo también soy de las que busca un cambio metodológico, con las TIC el camino está iniciado, y no sé si por suerte o por desgracia en las clases particulares ni se plantean eso de "enseñar a aprender". A diario veo que el proceso que yo inicio, con ilusión, con mi alumnado por hacer las cosas de diferente forma queda roto en la clase particular que persigue resultados a corto plazo. Nunca he entendido que se den clases particulares en el primer trimestre de curso, antes de surgir las dificultades ya se pone ¿el remedio?, hay trabajos que son temporeros, y este es uno de ellos, y no me vale lo de prevenir en este caso. Creo que en este curarse en salud de muchas familias, al único que le hacen un favor es a ellos mismos, no a sus hijo/as, así saben donde están. ¿Por qué no confían en la capacidad de sus hijo/as? Sin esfuerzo personal no hay aprendizaje, las particulares sustituyen ese esfuerzo (o eso creen alumnado y familia), yo apuesto por mis alumnos, siempre he dicho que el merito de sacar adelante sus estudios, su proceso de formación y aprendizaje es de ellos, no nuestro, los docentes estamos para acompañarles, para ayudarles a descubrir sus capacidades y indicarles cómo usarlas. En un comentario se dice que somos los profesores de la enseñanza reglada los que tenemos la sartén por el mango,! ya podía ser verdad!, si nuestro prestigio social fuese otro me lo creería, pero no es así. Nosotros no empujamos al alumnado a las particulares, son una necesidad social igual que la escolarización templana, demasiado templana, de nuestros niños. Las faminlias delegan cada vez más horas, y no todas pueden ser cubiertas por los centros escolares.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Yo estoy dando "clases particulares" a mi hija de matemáticas y me gustaría no tener que hacerlo!!!!!!!!!!!! y eso porque según su profesora no la aprovecha lo suficiente, cosa que le ocurre al 80% del alumnado de los cuales los que pueden se pagan unas clases particulares y el resto suspende, los de las clases algunos también.
    Según ella no la atienden, según ellos no se enteran, según yo ¿a quien tendrían que pagarle por enseñar matemáticas a ese grupo de alumnas y alumnos?
    Debí cometer un error muy grande al decirle que lo estaba haciendo yo, porque me decía que no se enteraba en clase y ahora le dice que no se fie de como yo las explico porque seguro que conmigo se va a liar más que enterarse.
    Estoy por pedirle que me examine a mi primero a ver si doy la talla!!!!!!
    A ver si sabemos que queremos, la ayuda de las familias o que se vayan a hacer puñetas, suspender un 70% porque me da caché de profesor serio, que nadie se queje porque no me entiende, que todos estén callados, que me dejen solo los cerebritos, que en cuanto no me sigan los manden a trabajar de repartidores de Piza...
    Me da que las clases particulares tienen un tipo de alumnado, pero quizás también de un mismo tipo de profe.

    ResponderEliminar
  13. Pues me creas un dilema, aquí en Fuerteventura me veo obligada a pagar clases particulares para mi hija, y digo obligada porque supongo que sabreis todos los problemas que tenemos aquí con educación y el añadido de un profesorado desmotivado totalmente( sin llegar a generalizar, pero hay una gran cantidad de ellos que no los veo por la labor) Soy de las que me gusta ir a las reuniones y tutorías y no me gusta pensar que mi hija tiene siempre la razón, los adolescentes tienden muchas veces a dramatizar las cosas o a tergiversarlas, pero sé que no es mentirosa y a veces me preocupa(por lo que ella me cuenta y yo imagino y a veces compruebo) el pasotismo que hay en el ambiente tanto por parte de los alumnos como de algunos profesores. Ayer mismo recibí las notas, 5 calabazas, yo sé que ella debe estudiar más y mejor, pero es que el ambiente también es desmotivador. Aquí tenemos una crisis educativa, los padres tampoco dan mucha importancia a la educación de sus hijos. Te dejo un par de enlaces a entradas en mi blog, una es una nota que escribí y se envió en nombre del A.P.A. de la cual soy vocal ( pero del cole de la pequeña, que va en 1º de primaria, la mayor va en 1º de bachillerato) y la otra es un artículo que publiqué en una revista local de la que soy columnista, para que te hagas un poco de idea de lo que pasa en Canarias, es el pez que se muerde la cola, los padres pasan, los niños pasan, el profe llama a los padres pero como los padres pasan el profe termina pasando.Eso por un lado, por el otro, el gobierno canario cada vez recorta más (ya nos hemos manifestado, pero como siempre 4 pelagatos) Y esto va de mal en peor, al final los buenos profesores no quieren Fuerteventura como destino. Bueno, me enrrollé, te dejo los enlaces. Creo que a mi hija le vienen bien las clases particulares, la profesora le enseñó técnicas de estudio, le enseña a relajarse, le pone música cuando está nerviosa y la deja 5 minutos antes de empezar con la clase, Vamos! algo parecido a lo que me indicaste. Yo no le hecho la culpa ni pido resultados, sé que mi hija debe esforzarse el máximo y no lo está haciendo, así que a ver que pasa en el 2º trimestre... http://masdemison.blogspot.com/2010/10/mensaje-para-las-asociaciones-de-padres.html
    http://masdemison.blogspot.com/2010/11/que-nivel.html
    Un beso, y gracias por alumbrar el camino de muchos profesores y padres

    ResponderEliminar
  14. Acabo de leer el comentario de Carmenca y también estoy de acuerdo con su última frase, jejeje.

    ResponderEliminar
  15. Este debate es tan antiguo como la educación, y seguimos...

    Voy a intentar aportar algo al debate desde mi experiencia. Cuando estaba en el instituto me ganaba unos dineritos cuidando a las hijas de primaria de unos amigos mis padres algún que otro sábado, ayudándolas con las mates. Cuando estaba en la universidad trabajaba en academias los veranos dando clases de física y matemáticas a chicos y chicas de BUP, y al acabar la carrera estuve trabajando 4 años en la economía sumergida (no había otra cosa) dando clase de secundaria y de materias universitarias, que se cobraban mejor. Luego aprobé las oposiciones pasé de ser la profe guay que ayudaba a la gente a aprobar a la mala de la película que les manda estudiar :-)
    Bien, pues en todo este tiempo he visto de todo.

    En primer lugar, no se puede generalizar. El caso que comentas en el post existe, pero no es más que un caso entre muchos. Existen otros.

    - El chico o chica con una inseguridad tremenda que lo que necesita es un impulso y un apoyo. Me acuerdo de clases en las que casi lo único que hacía es decir. "Venga, vas bien", "Cuidado ahí", "lee atentamente el enunciado", "estupendo", "venga, que falta poco". Eso en una clase de 30 no se lo daban, y no se atrevía a enfrentarse a los problemas. Las clases particulares resultaban de gran ayuda.

    - El profe de física que se enrollaba y enrollaba con discursos teóricos y que en clase apenas hacía un par de problemas por tema. Y claro, en el examen les ponía problemas y los chavales y chavalas patinaban. Venían conmigo a aprender a hacer problemas. Típico caso de no concordancia entre lo que se explica y lo que se pide en los exámenes.

    - La profe o el profe maniático que sólo acepta una única manera de hacer las cosas, la suya, ignorando que en la vida real no hay una única solución válida para los problemas o una única manera de hacer las cosas. Ahí había que hacer un gran esfuerzo en adaptarse e lo que esa o ese profe quería, porque mi trabajo era conseguir que los chicos y chicas aprobasen, y no que aprendiesen a razonar. Aquello era lo más duro, porque encontrabas grandes incongruencias y sinsentidos en lo que se exigía. Lo importante no era que los chicos y chicas hiciesen bien las cosas, sino que las hiciesen a su manera, penalizando cualquier otra opción.

    - El profe licenciado en biología contratado en un colegio privado para dar clase de física de COU que venía a clases particulares para prepararse para dar clase en el colegio. Le cobraba bien, por supuesto, pero me preguntaba por qué no estaba yo contratada allí en lugar de aquel hombre.

    - La academia en la que te mezclaban en la misma clase alumnos y alumnas de todos los niveles posibles y que tenías que atender y conseguir que lograsen superar los exámenes de setiembre. Había que hacer verdaderos malabarismos para tenerlos a todos trabajando y aprendiendo. Una locura que enseguida dejé de lado, pero que sigue y seguirá existiendo, porque resulta más económico para las familias que las clases de apoyo más individualizadas.

    - La chica o chico que odiaba la física de 2º de BUP, que quería estudiar un bachillerato de "letras puras" y que lo único que quería era sacarse aquella horrible asignatura del medio. Desde luego que el profesor o profesora no había conseguido inculcar ningún amor ni interés por la ciencia y hacerle ver lo maravillosa que era, pero tampoco era mi cometido. Por supuesto, en clase no atendía, le faltaban la mitad de los apuntes y no mostraba en el instituto ni un mínimo de interés en aquello. Objetivo: que el chaval apruebe y se olvide para siempre de aquel suplicio. No podía hacer nada más.

    Continúa...

    ResponderEliminar
  16. ...

    Puedo seguir contando casos y casos. En algunos fallan las clases de apoyo, pero en muchos otros lo que falla son las clases oficiales. Puede fallar el alumnado, el profesorado, el sistema, las condiciones de trabajo, las familias, la sociedad, la calculadora o el boli. Lo que sea. La cuestión es que hay una exigencia: a final de curso o en setiempre hay que superar una prueba y eso hay que conseguirlo. Lo más seguro es que no puedas cambiar al profe, bajar la ratio de la clase para que se atienda mejor a los chicos y chicas, que el chaval atienda en una clase paliza de algo que no le interesa, etc. entonces hay que buscar una solución, y si las clases de apoyo funcionan estupendo, y si no funcionan habrá que idear otra estrategia, pero con el objetivo de superar el curso. No hay otra salida.

    ResponderEliminar
  17. Completamente de acuerdo con María L, pero no deja de ser cabreante que ocurra. A mí me gusta dar apoyo (casualmente, casi siempre en matemáticas) pero no entiendo porque tienen que venir a mi casa niñas y niños con la autoestima dañada... Y tampoco porqué, en una vuelta de tuerca más, cuando el sistema (como tal) trata de dar servicio a toda la sociedad, las familias deben buscar recursos adicionales (los propios, o los subcontratados) dejando de nuevo fuera a aquellas que no disponen de recursos (culturales, económicos, académicos...)

    El comentario de María es un perfecto análisis de la situación (aunque como ella dice, podría seguir m, y pone una cierta sensatez y calma en lo que parece que se convierte en una batalla entre bandos... Empatía, tolerancia, humildad... Gracias, María.

    ResponderEliminar
  18. Buenas tardes,
    pues si es un tema complejo, sin embargo intentaré ser breve: hay otra forma de concebir e impartir las "clases particulares".Pertenezco a un centro de apoyo (si, no una academia ni una empresa gestora, de intermediación,etc...)donde desde hace más de cinco años nuestros profesores particulares (se desplazan a domicilio y sólo admiten un alumno por clase, en ocasiones dos o tres pero excepcionalmente) tienen la obligación de plantear objetivos metodológicos y didácticos a la hora de programar las clases, donde deben explicar en un informe mensual cómo han seguido dicha programación, la respuesta del alumno y sus objetivos para el mes siguiente; donde se entrevista a los padres previamente para detectar el origen de las dificultades y organizar/consensuar la respuesta educativa que siempre es individuializada y adaptada a cada caso; donde los profesores acuden a reuniones con los tutores/as y orientadores/as de colegios e IES para recoger sus pautas y coordinar las actuaciones; donde está prohibido "explicar la lección" en la clase particular y se incentiva por encima de todo hacer pensar al alumno; donde tenemos alumnos que siguen un plan para reeducar la lectoescritura tanto como otros que aprenden autonomía para valorar y organizar su estudio,alumnos disléxicos y con TDAH, alumnos de 5 y de 17 años...No es fácil mantenerse en esta línea, pues hemos oido en nuestra andadura lindezas tales como "el profesor particular no tiene ni idea porque no le explica a mi hijo, le deja que haga los deberes y el mirando" "Me ha dicho mi hija que no quiere este/a profesor/a porque no le hace los resúmenes, sólo le pregunta cosas para que ella las ponga con sus palabras, eso también lo puedo hacer yo"(juro que es cierto)"Llevamos un mes de clases y no hemos visto ningun resultado, mi hijo/a se aburre,creo que deberíais hacerles las clases mas "divertidas" o "motivantes" (aquí es cuando yo suelo contestar que hay un tiempo para jugar y otro para la responsabilidad,cuando un niño tienen problemas de aprendizaje no necesita divertirse, necesita esforzarse aunque sea con un método adecuado a sus posibilidades, pero método al fin y al cabo)"Me han dicho en tal sitio que hay un profesor que enseña a los disléxicos con dibujos ¿por qué no hacéis vosotros lo mismo?"(porque no le van a examinar de dibujo ni le van a hacer preguntas dibujadas ni le van a pedir respuestas creativas en un examen, añado yo),etc.Yo particularmente dedico todas las horas del día y parte de las de la noche a investigar sobre las diversas casuísticas que voy viendo en los alumnos, valoro muchísimo las aportaciones de los profesores que altruistamente comparten su conocimiento en sus blogs tanto como las de mis propios profesores, y trato de compartir con estos últimos,mensualmente al menos, opiniones y orientaciones sobre lo hecho y lo que conviene hacer...En las clases particulares, como en todo, la diferencia és marcada por la ética, profesionalidad y experiencia. No pongo el enlace de mi centro por no hacer publicidad, pero si es de interés, me podéis decir y al menos a través de la página web podréis valorar otra forma de hacer "clases particulares".Un saludo y reconocimiento a la gran labor de Carmen y a todos los que la alientan comentando.

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails